Tradiciones y costumbres del pasado. La matanza.


Modificado 02/01/2015
La Matanza del chon. 

La matanza en la historia

Como chon se conoce en Cantabria al cerdo, se cree que la palabra deriva de lechón que es la cría que aún está en edad de mamar.

 Dentro de la historia, el cerdo está íntimamente ligado al hombre, procedente del jabalí fue domesticado hace 5.000 años y extendido por todo el mundo. Aunque no podemos precisar con exactitud sus orígenes, sabemos que ya los antiguos pueblos celtas del centro de Europa realizaban la matanza.
En España fueron los fenicios, innovadores de la salazón, quienes introdujeron los primeros cerdos “blancos” que al mezclarse con los jabalíes, pobladores de las tierras de Iberia, dieron origen a las razas celtas extendidas por el norte y las ibéricas, de la mitad meridional de la península.
En un principio  se conservaban en sal cerdos enteros, pero con posterioridad comenzaron a salarse y curar las patas por separado.
La matanza es una costumbre popular existente en diversos países europeos, generalizada desde tiempos remotos  y realizada de forma artesanal, con particularidades diversas según el lugar en que se celebra.
En Riaño, al igual que en todo el medio rural, el sacrificio de estos animales era la solución para abastecer la despensa familiar  y constituía una muy importante fuente de recursos para la economía doméstica.
Calendario medieval en elque puede verse un hombre y una mujersacrificando a un cerdo

La matanza  unía a toda la familia porque todos participaban en el laborioso y rápido proceso del despiece del cerdo y su transformación. Además se invitaba a familiares y amigos ya que se necesitaban muchas manos para tantas tareas.  Constituía una fiesta pues era el avituallamiento de carne para todo el año, en épocas en que las únicas proteínas de tipo animal que se podía consumir en la mayoría de las zonas rurales eran la carne proveniente del cerdo. Cualquier percance que alterase el curso de cría, engorde, muerte y conservación de la carne del cerdo, constituía una muy grave desgracia para la familia  para todo el año. La muerte de un cerdo antes del sacrificio era una desgracia familiar. 


Descripción

Como dice el refrán "a cada gorrín le llega su San Martín" y así ha sido siempre, de hecho la matanza se hacía  en el otoño para que la carne se mantuviera en temperaturas más frías. El sacrificio se realizaba a veces justo antes de que la comida se consumiera con el fin de mantenerla lo más fresca posible.

Existía un riesgo de muerte prematura en el cerdo y es  llamado popularmente el "acolecho" , se produce cuando el porcino es sometido a un nivel alto de estrés, puede acabar con su muerte.





Seguidamente,  procederé a describir  el proceso ciñiéndome a un método concreto, aunque puede ser distinto dependiendo del matarife que lo despiece o de la localidad donde se realice.
Para comenzar el cerdo debe  acabar su período de engorde, ésto es,  alrededor de 110  kilogramos. Antes, a los 3 meses, se debe capar para que coja peso más rápido, además si se mata un macho adulto sin castrar previamente la carne tiene un sabor más fuerte conocido "saber a verraco" . En el pueblo las personas que se encargaban de este trabajo eran Gabino Ortiz y Santiago Trueba.
Posteriormente, con la ayuda de varias personas se tumba  el cerdo sobre una mesa. El matarife con  un gancho en una mano le inmoviliza la cabeza  y con la otra le corta la carótida con un cuchillo. La sangre que cae del cuello del animal se recoge en cubos, es muy importante que el animal se desangre lo máximo posible para tener después una buena calidad de la carne. Después se debe  agitar con cucharones para evitar que se cuaje. Esta sangre se utilizará posteriormente para hacer las morcillas mezclada con especias , verduras y arroz.

Una vez desangrado el cerdo pasan a quemarlo para eliminar el pelo y la capa de piel más externa, para ello  colocan bajo el camastro preparado para la quema,  helechos y espinos o ramas de eucalipto siempre bien secas. Las combustiones, al ser muy rápidas,  hacen que la llamas quemen solo la parte exterior del animal, esta piel externa  se rasca con cuchillos o algunas veces  se utilizaban las tapas metálicas de las ollas. Una vez bien rascado y lavado ya se puede proceder al despiece. El lavado dependiendo de los medios en cada época  se hacía con cubos de agua o con mangueras.

Ahora ya sobre una mesa se comienza el despiece. En este caso, describiré la matanza comenzando por la parte del espinazo del animal, aunque  ahora es más común empezarlo por la parte ventral.
Antes de nada se marca con un cuchillo a ambos lados de la columna del animal desde la cabeza al rabo y se corta con un hacha pequeña por la zona de marcada y por el cuello, de tal manera que podemos desprender a la vez cabeza , columna y rabo. Una vez abierto con la ayuda de los ganchos,  sacamos las partes más blandas, se separan los  pulmones, el hígado, los riñones y el corazón que se pondrán a secar y a enfriar para utilizarlos posteriormente  como asadurilla. En cuanto a los  intestinos y vientre se lavaban minuciosamente, con los primeros se hacían las morcillas y  chorizos y con el segundo, se hacían  los morcillones. El lavado del vientre era especialmente desagradable por el mal olor, para ello se acudía a  una fuente o lavadero para limpiarlo, ya en épocas más cercanas en las se realizaba en las propias casas. 

 Después pasamos a colgarlo a reposar hasta el día siguiente, de esta manera  se cortará la carne con mayor facilidad.

Seguidamente, se sacan los solomillos, si la disección primera ha sido buena el despiece es más fácil. Después pasamos a los lomos  y con la ayuda del hacha también los costillares que, una vez extraídos se conservaran en adobe. 
El segundo día se termina de destenazar al animal separando las pancetas y los tocinos. Con las paletillas y los jamones se saca la carne de los chorizos. También se ponen las morcillas preparadas por las mujeres a ahumar sobre las cocinas de leña.
A diferencia de otras localidades de España, en Riaño era raro el curar las paletillas y los jamones, es cierto que algún vecino en época de matanza si que las llevaba a curar a otras provincias como Burgos, por lo que creemos que las condiciones climáticas de la zona no son las idóneas para este tipo de productos. Esta carne se picaba y se metía en las tripas, antes intestinos del animal; todas las morcillas, chorizos y costillares se colgaban en las cocinas también para que secaran.
Además de la  importancia económica,que estaba en el almacenamiento de una gran fuente  de proteínas,   teníamos la  social,  como nexo familiar- vecinal   ya que para su preparación era necesaria la presencia de varias personas y todas comían y convivían juntas durante el período de la matanza,  un día considerado como festivo. Era habitual la "envuelta" o distribución de parte de los alimentos a los que participaban en la elaboración.

La matanza hoy

Lo cierto es que son muchos los factores que han hecho que esta tradición tienda a desaparecer casi por completo pero no creo que sean tan diferentes a las de otras tradiciones o artesanías . El antropólogo Adolfo García nos lo justifica de la siguiente manera:

"Cuando los bienes manufacturados se hacen accesibles a las comunidades autóctonas o rurales por medio del comercio, éstas abandonan progresivamente sus propios productos artesanos con el fin de dedicar todos sus esfuerzos a la producción de cultivos u otros productos  especializados para el mercado que les permitan obtener más productos de fabricación industrial. Las consecuencias de esta práctica son enormes y hasta imprevisibles. Esto sería una de las  causas del abandono de muchas actividades económicas y artesanales por parte de la sociedad rural..."

El cambio de legislación tampoco ha ayudado mucho a la continuidad de esta tradición, ya que existen muchas dudas en cuanto a los  permisos, lo cierto es que desde el año 2007 continua siendo legal hacer la matanza a cuchillo pero ya es obligatorio antes darle una descarga eléctrica  para aturdirlo y así aliviar el sufrimiento del animal. 
La  realidad ha sido la casi desaparición  de la matanza, aunque no sea solamente, por estas disposiciones legales, cuanto menos oscuras y controvertidas.






Fresqueras y cubíos.


Los sistemas de refrigeración de alimentos se remontan a antes de 1000 a.C.. A lo largo de la historia antigua, las culturas idearon formas para mantener fríos los alimentos sobre la base de sus climas locales  cuevas, las corrientes frías  y en los manantiales naturales... Antes de que los métodos de enfriamiento se hicieran más precisos en el siglo XIX, la gente solía usar estas maneras creativas. Además, las cosechas eran cronometradas con las estaciones tanto como era posible para evitar que un clima más cálido dañara los alimentos. La matanza se hacía a menudo en el otoño para que la carne se mantuviera en temperaturas más frías. Por esto, el sacrificio se realizaba a veces justo antes de que la comida se consumiera con el fin de mantenerla lo más fresca posible.
Existen  multitud de pequeñas fresqueras naturales y artificiales, llamadas por los  pasiegos renterus. Éstas se construían semisoterradas y aprovechando el afloramiento de un manantial o una corriente de aire frío, su función era conservar la leche y sus derivados hasta su venta o consumo, también en algunos casos se utilizaba para mantener la bebida fría en época de "hierba".



Materiales d'antropoloxía :La Matanza: un fenómeno económico, social y ritual Adolfo García Martínez.
¿Le parece bien que se prohíba la matanza tradicional de cerdos en Galicia?.La Voz de Galicia.



Tocar las campanas

La fabricación en Cantabria de campanas se remonta a la Edad Media.La comarca de Trasmiera fue cuna de prestigiosos fundidores de campanas, cuya fama trascendió los límites de España, llegando incluso a ser requeridos en Europa y América.

 La importancia que alcanzaron estos artesanos fue tal que diversos estudiosos señalan que no existe en España una catedral, basílica o iglesia que no tenga o haya tenido en sus campanarios la huella de algún fundidor cántabro. En la historia, la figura de las campana en los pueblos siempre ha tenido un gran protagonismo y ese era el caso de Riaño.


Había una persona encargada de repicar o tocar, que llamaban campanero, este era un trabajo que ejercía a cambio de un beneficio o ingreso y al que dedicaba un trabajo diario, puesto que se tocaban las campanas en los amaneceres , atardeceres y a las doce del mediodía durante todo el año. Era importante en la época puesto que la gente no tenía relojes para orientarse en la vida diaria, además era un reclamo de aviso a los vecinos que  se utilizó en los incendios de casas.

A cambio los vecinos debían pagarle tres tercias y media de maíz al año.

Posteriormente este  oficio tradicional , fue cambiando hasta que el campanero ya solo tocaba en las distintas ceremonias religiosas pero no diariamente. Podemos decir que uno de los campaneros más destacados ha sido D. Manuel Serna.

La unidad superficial llamada carro


Así nos la explica  Sojo y Lomba:

 "Esta unidad de medida corriente en toda Trasmiera y que se ha usado a pesar de la vigencia del sistema métrico decimal, es un recuerdo de los romanos. Ignoro si la palabra es, como indica Dean Mazas, la misma que la carre francesa equivalente a cuadrado, lo que no parece desencaminado, pues efectivamente se trata de un cuadrado  de 48 pies de lado".

  Y continua:


"...Es muy variable la extensión superficial del carro según las distintas regiones de la montaña, pero en trasmiera y su vecina del oeste Asturias de Santillana predomina el de 48 pies de lado, o sea 2304 pies cuadrados"...  



Según Sojo estas variaciones entre los diferentes pueblos debían de estar relacionadas con las variaciones de la calidad de los terrenos. Con respecto a la elección de la cifra  48  era la más lógica por tener tantos divisores.

Así continua:

"... Pues este carro es con muy poca diferencia en doble del actus pequeño de los romanos, y así el carro equivale, por consiguiente, a cuatro actus romanos o a diez y seis decempedes, unidad esta submúltiplo del actus citado..."

También decir que sobre este asunto del origen del carro ya escribió  el Sr Lezaga ( en Dos Memorias, Pág 83):


" El tipo o norma de nuestra medida de superficie parece derivarse del exapodo cuadrado de los romanos; el carro de tierra es un cuadrado de 48 pies de  lado o 2034 cuadrados..."

 Por tanto, el origen romano es claro y el uso en Cantabria único. En Riaño equivale a 135 metros cuadrados.
Sirva esto al menos para conservar algo de los montañeses, aunque su utilización se acabe progresivamente con el tiempo.

Cencerrada

 En esta tradición el pueblo anónimo se reunía por la noche frente a la casa de una pareja de  recién casados y  les tocaban con cencerros, cacerolas, cornetas,cazos... y todo aquello que sirviera para hacer ruido. Esto solamente ocurría cuando uno de los cónyuges era viudo.


Desde época medieval perduró esta costumbre, con la única variación del aumento de instrumentos e utensilios que provocan el ruido: cencerros, esquilas, turullos, tambores, pitos, matracas, cacerolas, sartenes, calderos, latas –algunas con piedras–, silbatos, cuernos, esquilones... para que el ruido, cuanto más horrible, ¡mejor!



En el siglo XIII la iglesia católica quiso corregir estos abusos amenazando con penas para los que organizaban y favorecían las “cencerradas”.y en época de Carlos II las cencerradas estuvieron prohibidas bajo pena de prisión y multa de cien ducados.
Ya prácticamente desconocida hoy día, era algo habitual en otros tiempos; tanto que, ya en el siglo XVIII, Tomás de Feijóo escribió un sainete cuyo tema central es la cencerrada.

Procesión de San Roque.


Procesión de San Roque.



Era costumbre realizar la misa de San Roque el día 16 de Agosto, un año en la Ermita y otro en la Iglesia de la Asunción, en este caso se hacía una procesión con San Roque entre los dos templos acompañando piteros y danzantes. A mediados de los años 70 se perdió y pasó a realizarse siempre cada misa en su capilla de origen.





















Procesión de San Roque. — con Gelina, Carmina, Pilarin, San Roque, Lola, Sina y Carmina M.



Procesión de San Roque. — con Pepín, Jose Antonio y Don Arsenio.


















Correr los carros

Como la mayor parte de los vecinos eran ganaderos y  no había aún tractores, la figura de los carros era esencial en  el día a día de las explotaciones. Se dejaban , por lo general , en los corrales de las casas y era tradición que los jóvenes del pueblo la noche del 31 de Diciembre aprovechando que la gente dormía los cambiase de casa o los trasladara a otros puntos del pueblo, ¡a veces varios kilómetros!.


Estas bromas alguna vez se les fueron de las manos a los mozos, llegando incluso a intervinir la Guardia Civil.


Vía Crucis

Otra tradición religiosa también desaparecida era el Vía Crucis. Se hacía un recorrido grupal desde la Ermita de San Roque hasta la iglesia de Nuestra Señora deteniéndose en cada estación y haciendo oración en cada una , una lectura de algún pasaje del evangelio y también un canto.Esta práctica se realizaba en Viernes Santo.


Hermandad de la Vera Cruz


La Hermandad de la Veracruz fue fundada en el valle de Miera gracias , sobre todo , a la acción misional de los capuchinos de Mone Hano.

La gestión administrativa de las hermandades era encomendadas a los mayordomos, era obligación de los mayordomos demandar todos los domingos del año y las fiestas celebradas por las cofradías a las puertas de las iglesias y ermitas.

Un gran número de poblaciones de Cantabria poseían esta asociación popular - religiosa.

 Segun aparece en el libro Contrarreforma y religiosidad popular en Cantabria: las cofradías religiosas de Tomás antonio Mantecón en una fecha indeterminada por la fuente consultada pero situable en la primera mitad del siglo XIX se anotó en el libro de la cofradía de la Vera Cruz de Riaño un texto recordando a injuriante e injuriado que aceptaran la decisión de Hermandad :

" . . .sería contra su intención ( la de quien no aceptase la decisión de la Cofradía) y la nuestra ( la de la Cofradía) y de no poco escándalo el que un acto tan heroico como es perdonar y dar satisfacción de injurias se conbertiese en juicio suyo y no de la propia Cofradía, en que todos estamos lo hacemos con un mismo cuerpo..."


La cofradía se encargaba de la conducción , sepultura , honras fúnebres y de un entierro digno.
Estandarte de la Hermandad de la Vera Cruz
En Riaño esta asociación religiosa  existió hasta 1978.  Era común que al llegar el fallecimiento de un cofrade el resto de la hermandad hiciera una procesión seguido por su estandarte. (Tenemos que tener en cuenta que en la época los féretros se transportaban a hombros desde sus casas a la iglesia).
Además la hermandad colocaba el catafalco y los hacheros con los cirios en la Iglesia. Todos los cofrades tenían la obligación de participar de las ceremonias de los hermanos, pasando lista el presidente de la Hermandad antes de las misas y se ocupaban de una despedida digna. El no asistir conllevaría un ingreso extra para la Hermandad. Si alguien quería reingresar debía de pagar una multa o recargo. De una u otra forma la acción social de las cofradías se proyecto hacia todo el vecindario en general y penetró dentro del ámbito familiar, integrándose dentro del ámbito religioso practicado en casa.



Se puede decir que era una asociación híbrida,  mixtificaban lo oficial y lo popular, lo civil y lo religioso. A veces esta cofradías además de dirimir problemas de índole religioso solventaban cuestiones civiles que afectaban a la comunidad de vecinos como usos de servidumbres , cerraduras de mieses, deslindes,..
Los días 3 de Mayo y 14 de Septiembre se daba la "colación", a veces a escote por los cofrades y otras adelantado por la Hermandad, los vecinos del pueblo eran invitados a  galletas y mistela.



Último libro de cuentas de la Hermandad de la Vera Cruz de Riaño.





El baile




A mediados del siglo XX había baile en el pueblo, las mozas y mozos del pueblo bajaban a la plaza de La Lastra y allí, por el módico precio de una peseta por pareja,  por supuesto pagaban los mozos, disfrutaban del baile, acompañados por la música de “Milio el del Suto” y “Tonio el pitero”, padre de Antonio Santander (que continua ejerciendo de tamboril ).

La recaudación se hacía por el método de “pasar la gorra”, si bien era común que alguno se intentara escaquear de la colecta. Cuando el tiempo no lo permitía se pasaba a realizar a cubierto, dentro del “salón”, lo que luego paso a ser con los años el almacén de Genaro.
Este método era habitual en varios pueblos, así en Hoznayo,  por ejemplo, en las fiestas de San Lucas también se pasaba la gorra, aunque el precio aquí era de dos pesetas. En este caso se le colocaba al mozo un distintivo, (una chapa), como justificante o señal de pago.


Cuotas e impuestos

No, no  había IVA todavía, pero sí que había algunas cuotas dignas de mencionarse.

 En la matanza del cerdo, aun realizada artesanalmente en los hogares, era preceptivo avisar al Ayuntamiento. Éste  enviaba a una persona para, una vez pesado el animal (se usaba la arroba como unidad de medida, equivale a unos once kilos) y restando una arroba de dicho peso por el desperdicio, era obligado pagar dos pesetas por arroba al citado Ayuntamiento. Por ejemplo si sacrificabas un cerdo de 15 arrobas; 15x11=165 kilos el impuesto correspondiente era:

15-1=14  14x2=28 pesetas.

El maíz era el cultivo principal de primeros  y mediados de siglo (siglo XX) aunque había otros cereales como el mijo y el trigo, su grano se usaba para la propia resiembra del año siguiente, para la venta o trueque, para el consumo propio como tortas de borona y también para realizar algunos pagos, en especie.
 Por ejemplo, cada vecino debía pagar unas tres tercias y media de grano al campanero ya que, dada  su profesión prácticamente no sembraba, esto suponía una especie de remuneración.
El grano se llevaba a alguno de los molinos situados a lo largo  del rio en Riaño o en el cercano Hornedo para transformarlo en harina, el pago de la molienda se realizaba en especie, con la propia harina obtenida, dos tercias por celemín, estas medidas se realizaban con un patrón de medida, en el caso de la tercia con un bote de aproximadamente un litro de capacidad, las equivalencias eran :

Una fanega  tenía cuatro celemines y un celemín tenía dieciséis tercias, cada tercia un litro. Es decir el molinero se quedaba con dos litros de cada dieciséis molidos, esta cuota se llamaba “la maquila” de ahí la canción que dice:

Que vengo de moler, morena
De los molinos de arriba
Dormi con la molinera
Y no pague la maquila…”
El maíz además también estaba sujeto a un impuesto municipal en función de la superficie plantada, se pagaba a “tantas pesetas por carro cultivado” el carro es una medida de superficie, variable según el pueblo, en Riaño equivale a 135 metros cuadrados.


La bula



Este era un pago de carácter voluntario, por una cuota de siete pesetas se obtenía la bula, una autorización por escrito del párroco que permitía el consumo de carne los viernes.



«Los diocesanos que no tomen la bula y su indulto, pecan mortalmente si no observan la vigilia todos los viernes del año, guardan el ayuno todos los días de Cuaresma y abstinencia con ayuno el miércoles de ceniza, todos los viernes y sábados de Cuaresma», señalaban las normas de 1950.


Quienes hubieran adquirido la Bula de la Santa Cruzada y su indulto de carnes solo tenían la


«obligación de observar vigilia todos los viernes de Cuaresma, guardar ayuno el miércoles de ceniza y ayunar con abstinencia el Viernes Santo».


Podían así tomar huevos, productos lácteos y pescado cualquier día, incluso los de ayuno.


El precio de la misma, de entre 50 céntimos hasta 10 pesetas, dependía del nivel económico que se tuviera.

«Te las vendía el párroco en la sacristía y en aquellos tiempos era conveniente ser generoso con la Iglesia», señala Eslava Galán.


«Inevitablemente la adquisición del privilegio se hizo indicador del estatus social, y se hacía ostentación de él», añade en un capítulo de su libro «Tumbaollas y hambrientos».


La Bula de la Santa Cruzada había sido concedida a los Reyes Católicos por el Papa Julio II en 1509, a semejanza de las que otorgaron Urbano II e Inocencio III a los cristianos que fueron a recuperar la Tierra Santa vistiendo la roja divisa de los cruzados en el pecho. Los sucesores Pontífices continuaron con la concesión, siempre por tiempo limitado, mandando que el importe de las limosnas se destinara al culto de las iglesias. El documento pontificio era conducido bajo palio en procesión en varias ciudades españolas, como en ésta de Madrid de 1918 que reflejaron las páginas de ABC.




En los años 60 se produjo una relajación de las costumbres que coincidió con la emigración de obreros españoles y la llegada del turismo. «La gente ya no las compraba como antes», apunta Eslava Galán.


En 1966, tras el Concilio Vaticano II, Pablo VI suavizó las normas de ayuno y abstinencia para los católicos de todo el mundo. Mantuvo el carácter penitencial del viernes con la obligación de abstenerse de comer carne, pero liberó de ella a los menores de catorce años (antes se exigía desde los 7 años) e hizo más llevaderas las normas del ayuno cuaresmal. Ese mismo año, la Conferencia Episcopal anunciaba la desaparición definitiva de la tradicional Bula de la Santa Cruzada, renunciando a unos ingresos que en los últimos años habían alcanzado los 96 millones de pesetas.



La bula había permitido a los españoles vivir la cuaresma sin el rigor de otros países. En Francia, por ejemplo, Luis XIV ordenó en 1671 a la policía registrar las casas para requisar los alimentos prohibidos.










Los vales

En la taberna de Germán existían “los vales”, expedidos por el mismo.

Como ya hemos dicho este negocio disponía de bolera cubierta  y estos vales eran el premio a los ganadores de las partidas de bolos que, generalmente nocturnas, se realizaban en ella.
Cada vale suponía   una consumición de 50 céntimos  de la época.
El “pinche” más habitual de estas partidas de bolos nocturnas era el recientemente desaparecido amigo riañés Valentín “el del Callejo” que, mozo entonces, se sacaba así  “unas perras”:  “…tirar tirarás más que yo pero no creo que llegues a plantar ni la mitad..”


 Para que nos hagamos una idea del valor de la peseta por entonces el precio de una vaca rondaba las 500 pesetas.

Cantar los Reyes


Hace ya muchos años que se perdió esta tradición, aunque en otras culturas tenemos otras muy parecidas.


Consistía en que los mozos solteros del pueblo salían a cantar la víspera de Reyes a cambio de un aguinaldo. Al llegar a cada casa repasaban la rimas con los nombres de los que allí vivían , el canto con muchas variaciones a lo largo del tiempo, era:


Gente noble somos,
los que aquí venimos,
a pedir los Reyes,
los Reyes pedimos.

No es descortesía
ni desobediencia
en gentes tan nobles
pedir sin licencia.



¿Dais permiso para cantar los Reyes?

Ante la respuesta afirmativa, se comenzaba a “Cantar los Reyes”.

Hoy es víspera de Reyes
día muy “aseñalado”,
mañana su Santo Nombre,
la primer fiesta del año.

Continuaba con estrofas rimadas con los nombres de todos y cada uno de los que habitaban en la casa...

Ejemplos:

Revolaba la paloma
por encima de la ermita
que felices años viva
la señorita Rosita.

Revolaba la paloma
por encima del tonel
que felices años viva
el señorito Miguel.

...   ...   ...   ...   ...

La última estrofa, una vez rimados todos los de la casa era:

Revolaba la paloma
por encima del convento
que felices años vivan
todos los que están adentro.

Y finalizaba:

Buenos Reyes, buenos años,
buenas noches de aguinaldo.

Si nos queréis dar los Reyes
ya nos los podéis dar,
venimos de “lejas” tierras
y tenemos que marchar...

Buenos Reyes, buenos años
buenas noches de aguinaldo...

A continuación, subiendo el tono de voz, se coreaba:

Cuchillicos sentimos rugir,
pan y luenganiza nos van a partir.
Cuchillicos sentimos sonar,
Pan y luenganiza nos van a dar...

Acto seguido se recogían las dádivas ( higos secos, polvorones, alguna perra gorda...) y se continuaba con otra casa...

Ante la respuesta negativa a la petición del permiso para cantarlos, se coreaba:

<< Estas puertas son de estopa,
aquí vive un bragas rotas >>...

 Con el tiempo el  canto fue variando. En los últimos años  la pregunta era cantar o rezar, así en el caso de que la petición fuese negativa rezaban un padrenuestro y seguían hacia otra casa.

Además en los últimos años los mozos salían de Riaño hacia otros pueblos, Anero, Villaverde cruzando por El Regatillo para cantar los Reyes, cierto que en algunos casos tuvieron que pedir permiso a los alcaldes.

Por lo general solo cantaban,  aunque a veces llevaban instrumentos musicales como era el caso de D. Felipe Santander que tocaba su violín.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por que escriben muchas letras aburre leer muchas letras

Riaño, el valle escondido dijo...

Cuanto mejor es una imagen que mil palabras pero en algunos casos no es posible :)