| Modificado 27/06/2015 |
Dámaso Aja Fernández,
natural de Riaño, del municipio de Solórzano emigró a Cuba donde residió hasta 1894, en la población de Cienfuegos, momento en que retornó a la entonces provincia de Santander, fijando su residencia en el municipio de Bárcena de Cicero donde adquirió diversas propiedades. Murió en este mismo lugar en 1904.
A su regreso a España se incorporó a la política al ser elegido diputado por la circunscripción Santoña-Ramales para el bienio 1898-1900, dentro de una escisión del Partido Liberal liderada por Germán Gamazo ( gamacismo), cargo para el que fue de nuevo elegido en las elecciones del 8 de marzo de 1903 aunque esta vez por el Partido Conservador, en representación del mismo distrito Santoña-Ramales.Durante la celebaración de la Diputación del 16 de Noviembre de 1898 fue nombrado miembro de la Comisión de Gobernación y Beneficencia, formando tambien parte de la Comisión Permanente y de la Comision Mixta de Reclutamiento.
Como anécdota se dice que dentro de sus trabajos trazó una primera carretera que unía el pueblo de Riaño y Matienzo por Salviejo-Llana del Camonal-El Bardalon para cruzar por El Cerrillo y enlazar con el pueblo vecino, pero esteecto quedó en el olvido sustituido por el recorrido actual.
De su gran actividad económico-empresarial que desarrolló a lo largo de su vida y, sobre todo tras su regreso de las colonias, cabe destacar que fue presidente de la Compañía Montañesa de Navegación y del Consejo de Administración de Minas de Herrera. Miembro junto a don José Ramón López Dóriga y Aguirre (presidente) y otros notables de la primera junta de gobierno del Banco Mercantil, constituido el 7 de agosto de 1899; accionista de Azucarera Montañesa, de la Sociedad Anónima para el Abastecimiento de Aguas de Santander y del Coto Minero de Ceguera Celada, S.A. (1900). y supernumerario del Banco de España en la capital de la provincia.
Prueba del gran patrimonio que don Dámaso Aja llegó a acumular es que el año de su fallecimiento ocupaba el lugar 117 entre los mayores contribuyentes de Santander con una cuota de 801,32 pesetas de acuerdo con la lista de electores de compromisarios para la elección de senadores por la provincia.
También fue socio de las Conferencias de San Vicente de Paul.
Tras su fallecimiento su hermano Salvador Aja Fernández fue elegido también diputado provincial por el mismo distrito de Santoña-Ramales en 1905,1907 y 1911 también por el Partido Conservador del que era importante representante dentro de la facción maurista. Dentro de la Diputación ocupó de Diciembre de 1909 a Mayo de 1910 y de Mayo de 1911 a Mayo de 1912 la Vicepresidencia de la Comisión Provincial, A finales de 1913 ingresó en el Partido Maurista.
De igual modo don Salvador también figuraba como uno de los grandes propietarios de la región (en 1913 ocupaba el puesto 59 en cuanto a contribuyentes de Santander con 1093 pesetas y en 1924 el puesto 78 con 1515.87 Así se reflejaba en las listas de electores de compromisarios para las elecciones de senadores) también fue vocal de los consejos de administración del Banco Mercantil, de la Montañesa de Mármoles, S.A. y del Club de Regatas. Su nombre aparece entre los fundadores de la Mutualidad Obrera Maurista de Santander en el año 1917.
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| Foto tomada en 1899 de la familia Aja. |
Si bien no del pueblo de Riaño aunque relacionado con el por haber ejercido como médico dentro de su especialidad de Medicina General podemos citar de modo más reciente a don Miguel Verde Gómez, Alcalde de Ruesga en los años 70 y Diputado Regional por Ramales al empatar con Fermín Gómez Seña alcalde por entonces de Ramales, deshaciéndose este empate por mayor edad.
Formó parte de la Comisión de Sanidad Urbanismo y Vivienda, cesando en su cargo al renovarse la Diputación en 1979.
Extraído del Diccionario Biográfico de los parlamentarios de Cantabria (1813-1901) publicado por dicho parlamento.
fuentes AMS, leg 35
APGC, Actas
El Diario Montañés, 23-IV-1904
Garrido Martin, A. (1998) pp., 365,379-380.
Garrido Martin, A. (2003) pp., 43,77,79,99,101-102.
GEC(1985),tomo I, p. 229
Hoyo Aparicio, A. (1998), p. 50.
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